Los Rusos HDP: “Somos nuevos en esto y nos arriesgamos”

Los Rusos Hijos de Puta, podrían ser un desopilante sketch dentro de Peter Capusotto y sus videos. Pero no, se trata de una de las bandas más activas de la escena under: en tan sólo tres años editaron dos discos, recorrieron el país y lograron girar por México. Y prometen ir por más. Encasillarlos dentro del género “punk” resultaría insuficiente, aún así les sobra actitud, energía y verborragia para seguir creciendo. De gira por Córdoba, conversamos con Luludot Viento (voz y teclado), la rusita que se transforma en un torbellino en el escenario que comparte con Flor Mazzone (batería), Santi Mazzanti (bajo) y Julián Desbats (guitarras, coros y voz).

– Estarán nuevamente en Córdoba este fin de semana. Si no me equivoco es la tercer presentación ¿Cómo resultaron las visitas anteriores y que esperan ésta vez?
La verdad que a Córdoba nos encanta venir, porque tenemos un montón de amigos. Y siempre la pasamos muy bien y cada vez sumamos más. La mitad de nosotros es del interior y con este ritmo nos llevamos bien. Sí, ya es la tercera vez en Córdoba: vinimos primero a la ciudad, la segunda la hicimos junto a Villa María y esta vez agregamos Río Cuarto.

– Además también recorrieron otros países, como México. ¿Cómo se dio esa oportunidad siendo que no tienen el aparato de prensa o una compañía que apueste por la banda?
Lo que fue México, salió porque nos invitaron desde un festival que se llama Marvin, de una revista donde invitan a artistas locales y de distintos países. Nosotros no sabemos bien, pero el primer disco que sacamos (Hola) se escuchó mucho en México y de hecho la primera entrevista de nuestra vida, la hicimos allá. Ni bien empezamos a tocar acá (2013), al año estábamos viajando a México por primera vez. Generamos algo allá y enseguida hicimos muchos amigos y nos pusimos a trabajar en la vuelta en el 2015. Tuvimos la suerte que nos invitaran del festival Vive Latino, que es muy grande y esa fue la excusa perfecta para volver. Ahora nos estamos por ir a Chile y Perú por primera vez.

– ¿Y como logran gestionar esos tours?
En Perú nos invitaron desde el festival La Karavana, y veíamos que haciendo escala en Chile podíamos conseguir unas fechas ahí. Hicimos un laburo de logística complejo, pero satisfactorio y logramos meter ahí esas dos fechas. Uno siempre recibe llamados y después hay que hacer toda la parte de estudio para que eso pueda suceder, porque por ahí la gente tiene ganas de que vayamos y nosotros también, pero no siempre se dan las posibilidades. Somos nuevos en esto y nos arriesgamos. Con las ganas que tenemos de viajar, no nos importa dormir en el suelo. Al tener menos pretensiones, uno tiene más oportunidades.

– En las canciones, encontramos un contenido social, de ir en contra de ciertas posturas, estructuras… que nos hizo recordar canciones del punk rock de los ’90s ¿Se sienten influenciados por esa época?
Las influencias son varias y no sólo musicales. De hecho, vienen del mundo en que vivimos, no tanto de las canciones. No es que dijimos “ah, queremos hacer algo como esto” son cosas que nos salieron del corazón, sin pensar. Influencias tenemos un montón, por ejemplo Atahualpa Yupanqui, que es uno de los poetas argentinos de los más rebeldes, fue perseguido desde distintos puntos de la sociedad y hasta lo echaron del partido comunista. A mí me parece que cuando uno tiene un micrófono y tiene la chance de dar un mensaje, está bueno hablar de las cosas que uno ve, que siente y le incomodan. Hablar del amor también es hermoso, porque el amor es algo único que nos puede salvar o la solidaridad entre las personas, que va más allá de la educación.

– La tapa de “La rabia que sentimos…”, nos llama la atención. Tiene su dosis de violencia y nos hace pensar muchas situaciones ¿Cuál fue la idea detrás de esa portada?
Salió de una manera muy rara, no tiene mucho trasfondo en realidad. Estábamos en un año nuevo, festejándolo todos juntos en Entre Ríos. Esa gatita vive conmigo, Julián y unos amigos más. La llevamos con nosotros para que no esté tanto tiempo sola. Salimos a caminar con botas y machetes, por precaución por que hay muchos alacranes en la zona. De repente empezamos a jugar con barro y nos pusimos a hacer un par fotos, estaba la luna detrás recién saliendo con el atardecer y se generó algo muy lindo que nos gustó. Dijimos: “ésta es la tapa del disco, ya está…”

– “La Federal” fue utilizada como cortina musical por Facción, una agrupación militante, para acompañar imágenes de protesta social y represión. ¿Qué mirada tienen sobre esto?
Ah, no lo sabíamos, pero nos parece fabuloso. La policía es uno de los distintivos más fuertes que tiene la disputa entre la propia gente. Son parte del pueblo y por unos pesos ellos se ponen en contra, aunque en ellos estén de acuerdo con lo que se reclama. Está lleno de cipayos por decirlo de alguna manera… son el ejemplo más claro junto a los políticos, que ninguno creo que venga a salvarnos.

– Imagino que no será la primera y última vez que te preguntarán el por qué “Los Rusos HDP”, pero nos gustaría que nos cuenten alguna anécdota con el nombre…
Una vez vino un ruso a nuestro show y antes que toquemos nos preguntó con su tono: “¿Por qué tienen ese nombre?” pero como que le costaba hablar en español. Le expliqué que a los rubios acá les dicen “gringo” o “ruso” y que a mí me dicen “rusa” desde chica. Cuando terminó el show, nos esperó, me dio un abrazo a mí y me dijo:”Vos sos rusa de verdad, vos sos mi hermana”.

En vivo. De “gira zarpada”, Los Rusos Hijos de Puta recorren la provincia visitando Río Cuarto, Córdoba y Villa María. En Córdoba, éste viernes 8 en Casa Babylon (Bv. Las Heras 48) junto a Que bien que te queda y Lex Luthor y los Aquazombis. Las entradas se consiguen a través del sistema Edén Entradas y los locales Lado B y La Lupita.

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