Iorio otra vez, nuevamente como antes

Ricardo Iorio pasó su carrera desarmando y montando, una y otra vez el árbol del metal pesado nacional, como él prefiere etiquetar su música. Así lo hizo con V8, Hermética y Almafuerte, con cambios pero con una misma esencia rebelde. Su nuevo proyecto es una gran banda que se cobija por detrás de su apellido. Músicos de distintas edades, de otros géneros, con pasado junto al “perro cristiano” y nuevas caras que dejaron una grata impresión.

En mayo, tras un breve comunicado anunciaron el descanso de Almafuerte y comenzó la gesta de su nuevo grupo, con algunas figuras conocidas: Walter Martínez en batería, Alejo León y Rubén Martínez en guitarras, Facundo León en bajo y Johana Gieco en teclados. A ellos se les suman Carina Alfie y los guitarristas Carlos y Jorge Cordone, a la hora de versionar los tangos y milongas elegidos por Iorio.

Córdoba fue una de las elegidas para presentar este show, el pasado viernes 23 de septiembre y Krakovia, la sala para recibirlo ante unas 800 personas. Los GTX, el crédito local que abrió la vela metálica a un sonido abrumador. Cerca de la medianoche cuando la expectativa crecía, las pantallas se encendieron y unas velas fueron las dueñas de la escena.

El joven grupo puso el pie en el escenario y dieron marcha con una intro poderosa. Por detrás desfiló Ricardo Iorio vestido de negro impecable, vociferando su áspera voz: “Buitres a la espera de mi caída están. Rondando sobrevuelan mí andar desde lo alto, cobardemente.”. En las pantallas, videos de buitres carroñeros, y debajo una cortina de aplausos de ceremonia. Sin pausa llegó “1999”, en una versión más cercana a la registrada en Del Entorno, con el protagonismo estelar de Walter Martínez y de Johana Gieco en teclados. A la sazón fue el momento de las primeras palabras del cantor: “Muy difícil empezar todo de nuevo… la que viene está dedicada a todos esos originarios que lucharon sin suicidarse”: “Sentir Indiano”.

Otra vez Iorio al micrófono: “No alcanzaría el show para agradecer a todas las regiones del país presentes en esta noche. Elegimos ‘Allí en San Juan’ esta vez”. Mención aparte para Alejo León, el joven guitarrista de 16 años quien carga al hombro clásicos de Almafuerte; con el talento de “Sé vos” y la velocidad de “Al pájaro”.  Los hermanos Cordone, auténticos guitarristas de Edmundo Rivero volvieron a acompañar a Ricardo Iorio interpretando tres canciones de su disco orillero: “Tangolpeando”, “El adiós de Gabino Ezeiza” y “El último viaje”. Visiblemente emocionado el cantor exteriorizó: “Un piensa que todo va a salir bien, que nunca va a morir…”

Se fueron a un intervalo y las pantallas se hicieron protagonistas. Un compilado entre Peter Capusotto  y Benny Hill hizo reír y recordar viejos momentos. En tanto en el escenario, el backline se acondicionó para recibir a Carina Alfie, allí ella y su guitarra fueron protagonistas hasta el final del show. Primero con “Guitarrera”, luego la versión hardrock de “Robo un auto” y la épica “Justo que te vas”. Iorio la celebró aplaudiéndola y levantándola en andas.

Para ultimar el concierto eligieron canciones de Hermética. Entonces sonaron a toda prisa  “Atravesando todo límite”, una que hacía mucho que no se escuchaba en vivo de la mano de Iorio Cuando duerme la ciudad” y otra frecuente: “Tú eres su seguridad”. Para despedirse, le dedicó “Del más allá” a quienes ya no están, algunos en el imaginario como Chofa Moreno, Osvaldo Civile, Pappo Napolitano o el Negro García López y otros que sorprendieron como Ricky Espinosa. “Amigos míos que se fueron ya. Y otros que vivos no los recuerdo, son lo que intuyo y visten mi cantar con pasión…” clamaba Iorio y emocionaba a más de uno.

“El amasijo de un gran sueño” cerró el show con fervor, efervescencia, agitación y celebración. El último de veinte canciones que recorrieron gran parte de la trayectoria de Ricardo Iorio, demostrando que aún hay mucho camino por atravesar y llegar otra vez, nuevamente como antes.

Fotografías: Pablo Araoz.

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